La creación de un espacio virtual de
acumulación en el contexto global se vincula indisolublemente con las TIC
(tecnologías de la información y comunicación), con ellos la revolución
tecnológica estructura la transnacionalidad, teniendo como tendencia el flujo
de mercancías. Como lo explica de Mattos, las TIC son de soporte tecnológico
que consolidan una proyección y ampliación
ilimitada de la cobertura económico territorial de un espacio de
acumulación, ésta se desarrolla en tiempo real
(dado a sus mecanismos de funcionamiento) y que se encuentra en
constante expansión (de Mattos, 2006).
La informalización y la revalorización del
capital rigen el movimiento del mercado en el ciclo económico, el flujo de la
información no se sujeta a las fronteras de los Estados (ya que obedecen a la
generación del espacio virtual con otras redes y nuevos nodos). Es en esta
dinámica donde las empresas han consolidado su hegemonía entre el territorio y
el espacio virtual de acumulación, las marcas reconocibles como Coca cola,
Monsanto, Nike, Mc Donald, etc., son quienes deciden el constructo y la dinámica del espacio, además como se
estructura las actividades productivas.
Como consecuencia la informalización, los
territorios estratégicos para estos proceso son externalizados o terciarizados,
como en el caso de la soja en América del sur, principalmente en Bolivia y
Argentina, que cambiaron las actividades económicas hacia un mercado más
competitivo, el cultivo de soja.
Impulsado por los altos niveles de demanda que alcanzó la leguminosa,
los TLC, y el fomento agroalimentario de los gobiernos con respecto al cultivo,
la sojización se consolidó teniendo un impacto social, cultural, económico y
ambiental a diferentes escalas.
El impacto territorial que conlleva la
deslocalización de los procesos productivos genera la desfrontera, en donde los
territorios y su economía se hacen intensamente dependientes de la demanda externa, actualmente en el mercado de la soja existe una frontera de cultivo en
constante aumento y también se ha consolidado la región denominada “Republica
Unida de la Soja”. El mercado
agroindustrial de la soja alcanzó una superficie cultivada de 43.000.000 hás
para el año 2009, ocupando los territorios de Argentina, Bolivia, Brasil,
Paraguay y Uruguay, convirtiéndose en el monocultivo más importante del mundo.
Sus usos son principalmente para la fabricación de biodisel (80%), alimento de
ganadería (18%) y consumo agrícola y derivados (2%),
El aumento en la demanda mundial del
cultivo como su producción genera el desplazamiento de otras actividades
productivas como era originalmente el cultivo de trigo, maíz, la ganadería
ovina, caprina, han sido transformados o bien relocalizados en regiones
inertes. Con respecto a los espacios naturales has sido deforestado más de
600.000 hás de bosque nativo, aumento en la erosión de los suelos y extracción
de nutrientes, contaminación biológica y química (transgenética de la soja y
con respecto a las dinámica económicas locales las áreas rurales se han
reducido desde 1980, alcanzado un 10% desde la fecha ya que por la
tecnologización, se necesita cada vez menos mano de obra, además las posesiones
de tierra está en un 50% por grandes empresas.
Actualmente existen altos índices de
población bajo el índice de la pobreza en Argentina, que se acrecientan como
efectos de la expansión sojera La acumulación de territorios por grandes
empresas y la industrialización del proceso productivo genera desempleo, y
devastación ambiental-
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